jueves, marzo 08, 2007

Mal de muchos

Una de las principales características del espíritu celtibérico es la envidia, la expresión privada de aquellos que no se atreven a expresar públicamente su odio. Desde bien pequeñitos aprendemos a odiar a aquellos que tienen mejores juguetes. En la adolescencia odiamos a los que tienen una novia que está más buena que la nuestra. De adultos odiamos al que tiene mejor coche o mejores vacaciones. Y cuando llegamos a ancianos odiamos al que hace el crucigrama de la residencia antes que nosotros.

La envidia se da en aquellos que no saben apreciar lo propio y solo tienen ojos para lo de los demás. Por muy bien que les vaya siempre encontrarán a otro al que envidiar porque les va aún mejor. Y si al envidioso le van mal las cosas deseará que a los demás les vaya como mínimo tan mal como le van a él. El caso es salir victorioso en la comparación.

¡Y tú más! o ¡Pues anda que tú! son típicas expresiones celtibéricas que se usan para justificar cualquier acción propia mediante la comparación con el otro. Un estúpido mecanismo dialéctico que nos parece de lo más normal porque forma parte de un esquema de valores que nuestras madres nos inculcaron de pequeñitos: ¡A ver si aprendes de Fulano!, ¡Mengano si que estudia no como tú!, ¡Podrías aprender de Zutano! Y así, de generación en generación, el compararse con los demás se ha convertido en el deporte celtibérico por antonomasia.

Esta semana hemos tenido dos genuinos ejemplos de este tipo de comportamientos: la bronca en el senado PPSOE por la ex-carcelación de De Juana Achaos y la manera de consolarse de las aficiones del Barça y el Madrid por sus respectivas eliminaciones de la Champions. Celtiberia en estado puro.

"La envidia es una declaración de inferioridad" decía Napoleón. Nada que añadir.
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5 comentarios:

Candela dijo...

MALA MUUUU MALA MALÍSIMA LA ENVIDIA!!!!

Mikel dijo...

a mi no es que simplemente me consuele la derrota del equipo blanco , es que practicamente me produce la misma alegria que la victoria del barça. Cada fin de semana soy de dos equipos el barça i el que juega contra el madrid.
Probablemente sea un caso de pisquiatrico pero es bien cierto.

El veí de dalt dijo...

Muy mala, sí,...pero es que dá una rabia!

Anónimo dijo...

Mikel, lo tuyo es muy grave, porque si les cambias el escudo, los cules y los meregues se tornan iguales: prepotentes, oportunistas, victimistas ante la adversisdad, llorones en la derrota y sobretodo huidizos en esos ciclos en los que el otro galactico-mediático es el que gana.

c.e.t.i.n.a. dijo...

La paja en ojo ajeno y la viga en el propio